Nacido en Córdoba en agosto de 1959, Gervasio Sánchez Fernández se licenció en 1984 en la rama de Periodismo de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Autónoma de Barcelona. Desde entonces ha trabajado como periodista independiente para distintos diarios y revistas, especializándose en conflictos armados.

No abundan las biografías profesionales equiparables a la suya que, además, presenta concomitancias con la del extrañado José Couso. Pronto hará un cuarto de siglo desde que Gervasio decidió trabajar preferentemente - y, casi siempre, de modo exclusivo - en zonas de conflicto por todo el mundo, de forma que vivió y cubrió con notable constancia, insólita valentía personal y profesionalidad admirable la mayor parte de los conflictos armados desde 1984.

Gervasio cree un deber vivir su periodismo sobre la delgada línea que separa la vida y la muerte. Pero no porque sea un profesional temerario o insensato, que en algún modo lo es - como prueba el simple hecho de que siga vivo -, sino por su convicción de que alguien debe saber y contar los horrores del hombre para luchar contra el sufrimiento humano. Su forma de lograrlo es conseguir intranquilizarnos: la víctima, en las imágenes y los textos de Gervasio Sánchez, es siempre una persona, un ser humano. Testimoniando de forma concluyente y difícil su dolor o su muerte, este periodista admirable defiende, a fin de cuentas, la vida como primera libertad del ser humano.