Periodista y escritor, nació en Barcelona en el año 1959. Como corresponsal del diario El País, vivió en Londres, París y en las ciudades estadounidenses de Washington y Nueva York.

Con un estilo personal e inconfundible, en el año 1999 publicó Historias de Londres. El compromiso de escribir este libro surgió durante el tiempo que permaneció como corresponsal del diario madrileño, en el que relata historias y anécdotas, dividido en capítulos tan heterogéneos como el minucioso análisis de la organización sanitaria hasta los lugares más populares de Londres.

Escribió diariamente en El País en la sección dedicada al mundo de la comunicación. Esta sección, encabezada con el título Cosa de dos, era compartida con el crítico de cine y amigo del periodista Carlos Boyero. De lunes a viernes, Enric González hacía un breve comentario sobre el que aparece en la televisión, o sobre su visión acerca de cualquier tema candente de la actualidad.

Publicó en el año 2006 Historias de Nueva York con la editorial RBA, en la que el autor se zambulle por las calles, bares, restaurantes y las gentes que la habitan, donde la amalgama de idiomas es tanta como el propio universo. Por sus páginas desfilan historias, sazonadas con algunos recuerdos personales.

En las librerías pueden encontrarse tres obras que llevan su firma, y que ligan definitivamente la trayectoria profesional del autor a su productividad literaria. Tras publicar Historias de Nueva York e Historias de Londres, ciudades en las que trabajó como corresponsal para El País, en noviembre de 2007 salió a la venta el libro Historias del calcio, una recopilación de los artículos que cada lunes iluminaron las páginas de deportes durante su estancia en Roma.

Sin seguir un patrón determinado, bajo una apariencia anárquica y desordenada, en el que las piezas siempre acaban hilándose antes o después, Enric González escribe crónicas, historias, comentarios con la ironía y el escepticismo como bandera y principal recurso, prefiriendo siempre insinuar el quiz de la cuestión, de manera socarrona y burlona, a desmenuzalo crudamente. Él lo describiría mejor. En los tiempos en los que el nombre Cassano evocara a un gordo payaso que pasó sin dejar nada que destacara en el Real Madrid, Cassano era un nuevo payaso que maravillaba al mundo del calcio, entre otros a Enric González. Bajo el título Antonio Cassano, poeta, el brillante columnista compara el mundo de la literatura con el del fútbol bajo su inconfundible sello.

En noviembre de 2009 dejó de escribir su columna en El País para cubrir una corresponsalía en Jerusalén.

Recibió el Premio Cirilo Rodríguez, que reconoce el mejor cometido de los correspondientes españoles fuera de nuestras fronteras.

En 2009 fue premiado en la XXVI edición del Premio de Periodismo Francisco Cerecedo que concede la Asociación de Periodistas Europeos (APE).

Fue premiado recientemente con el Premio de Periodismo Ciutat de Barcelona.